Amaranta es un Bar Cafeteria con una decoración que en algunos aspectos recuerda a los años 60. La barra, altar de los paladares sensibles, no muestra una gran variedad de bocados. Posiblemente sea porque su clientela es diurna y para los que nos movemos por la noche, sólo nos quedan las sobras.Comenzamos con una ya popular tapa con la que hasta las suegras maliciosas se atreven para su aniversario. Tostado de pan con una generosa rodaja de queso sobre un lecho de jamón (una variante). Rematada con la mermelada de tomate y almendras picadas.
¡¡ Buena idea amigo !!! pero el pan estaba tan seco que hasta el cuchillo lloraba al cortarlo.
La melancolía de nuestro amigo Antonio le condujo (y a los demás detrás como perricos fieles) hasta un establecimiento añejo de la ciudad. Nada más bajar la rampa me transporté a los a los años 70, cuando en pleno auge de La Fragua, había que esperar una mesa para comerse unas chuletas, unos chorizos y/o unas longanizas.Como era de esperar, había cambiado. La elección no tenía problemas: ensalada variada con chorizos y longanizas.
El vino recio, recio. Para hombres curtidos en mil secanos.
La ensalada, surtida de espárragos, tomate y lechuga. Los huevos duros le dan el toque maternal.
Los chorizos entraron a base de vino, pero lo cierto es que se colapsaban en la garganta mezclados en pan.
Las longanizas no se quedaron cortas.
Para volver dentro de 10 años mas.
